lunes, 12 de diciembre de 2011

Nuestra lactancia. Segunda parte.

Dejamos la historia en que me quedaba poquito para reincorporarme al trabajo y no sabía muy bien cómo organizarme...

Durante el verano intenté dar a Peque algún biberón con mi leche (por si me tenía que ir a algún sitio y dejarlo con alguien), pero el tema bibe no le interesaba demasiado, así que no insistí. La pediatra me había comentado que a partir de los cuatro meses podíamos comenzar con las papillas, y mi idea era sacarme leche para que durante las horas que estuviese fuera pudiese aguantar con alguna papilla o mi leche a cucharadas. No le daba papillas cada día, pero de tanto en tanto le daba una para que se acostumbrase al procedimiento y no fuese difícil dársela cuando yo no estuviese. Por otro lado comencé a planear mi aprovisionamiento de leche materna...y empezó mi breve idilio con el sacaleches. El primero que tuve era uno manual. Conseguía sacar leche, pero costaba un carajo y me cansaba mucho. Decidí comprarme uno eléctrico. Mucho mejor. Ahora bien, creo que nunca llegué a pillarle el tranquillo, porque había días que sacaba bastante y otros que era poquísimo (intenté buscar cuándo me iba mejor, si antes o después de que mamase Peque, si de un pecho o los dos, etc., pero aún así no conseguía unas cantidades espectaculares). De cualquier modo, congelé unas cuantas bolsas y con eso se le hicieron las primeras papillas. Al empezar a currar Peque tampoco estaba sin mí tantas horas (tres por la mañana y tres por la tarde, y no todos lo días), así que yo seguía dándole pecho muchas veces al día, y cuando se me acabó la reserva de leche materna congelada, entre el trabajo (allí era inviable sacarme), que yo ya le daba muchas tomas y que en casa iba a tope, decidí que las papillas se las tomase de leche maternizada. Me costó un poco tomar la decisión, pero Peque ya tenía seis meses, y al fin y al cabo sólo era una toma al día...Él no le hizo ascos a la leche de bote y yo seguí con la teta a diario.

Ahí la gente ya comenzaba a flipar de que siguiese dándole el pecho y, aún más, de que no tuviese previsto ponerle fin. Y si eso ya era así a los seis meses, cuando pasaron las semanas y comenzaron a salirle los dientes y a comer sólido, ya fue la repanocha. Como explicaba en el otro post, no eran comentarios hirientes, pero sí continuos. Una amiga mía (que había dado teta hasta los 10 meses) me decía: "Piensa que cuando hable y esté jugando con sus amigos, de pronto te mirará y te pedirá teta!". Tendría que haberle contestado :"¿Y?". Pero me daba cuenta de que mi entorno no entendía mi forma de actuar. A eso se sumó otro factor. Peque es muy demandante, y por él hubiese estado enganchado a la teta todo el día. Lo que yo llevaba peor era la noche. De más bebito no se movía tanto y podía darle estirada sin mucho problema, pero poco a poco él iba cogiendo poses más raras, y yo también. Me levantaba con un dolor de espalda tremendo (tengo una escoliosis de caballo). Lo acostumbré a mamar encima mío en vez de ponerme yo de lado, y fue bien durante unos días, pero al final me despertaba con la sensación de estar debajo del culo de un hipopótamo porque se quedaba frito encima mío...En ese punto quise desacostumbrarlo a mamar por la noche (y también a asociar el ir a dormir con mamar, porque eso implicaba que sólo yo podía ponerlo a dormir). De modo que algunas noches (no siempre) lo puse a dormir sin darle el pecho, con mimos y canciones, y de madrugada hacía lo mismo. También comencé a usar más el chupete, que nunca le había entusiasmado, para relajarlo y evitar que me pidiese teta. Algunas veces funcionaba y otras no (y si no iba bien, le daba pecho y listos).

Cuando Peque tenía un año fui a la revisión del ginecólogo. Al decirle que aún daba pecho me dijo :"¿¿Y eso??". Le contesté que me había salido un bebé teta-adicto...Me explicó que no podía palparme los pechos porque con la leche no era fiable, que volviese al dejar la teta. Otro que me miraba como si fuese de Marte...

El fin de la lactancia llegó justo al llegar el verano. Como el año anterior, nos desplazamos a la casa del pueblo. Se sumaron diferentes factores que hicieron que las tomas disminuyeran mucho: pasaba menos horas con Peque (porque al estar en el pueblo tenía que desplazarme a la ciudad para currar), de día no encontraba el momento para ponerlo al pecho (supongo que me daba corte que me preguntasen qué hasta cuando le daría y esas cosas) y él cada vez pedía menos. Lo curioso fue cómo me di cuenta de que la lactancia se estaba acabando. Un día me estaba duchando y presioné un poco el pezón para ver si salía leche y me sorprendió ver que apenas rezumaban unas gotas en vez de salir un chorrito...De pronto me puse a pensar y vi que ahora Peque mamaba muy poquito...Me dio mucha pena y traté de ofrecerle más el pecho, pero ya no le interesaba. A los catorce meses ya se acabó la teta.

No puedo decir que la culpa del fin de la lactancia sea de los demás, es mía por no haber priorizado mi forma de entender este tema (como sí he hecho con el colecho), pero me doy cuenta de que por mucho que hayan muchas madres que dan el pecho durante años, al menos en mi entorno eso es una minoría absoluta y nada entendida.

Hace poco, en una cena con mis amigas en mi casa, salió el tema de los hijos y la lactancia. Yo dije que de tener otro hijo intentaría darle el pecho más tiempo que a Peque. Ninguna tiene aún bebés, así que quizás cuando se vean en ello les cambie la visión que tienen ahora del tema, como me ocurrió a mí, pero de momento ven con malos ojos la lactancia prolongada. Ven raro que una madre quiera seguir dando el pecho durante años, como si -volviendo a lo que nos dio a entender la matrona de las clases de preparación al parto- la madre que prolonga la lactancia pretendiese prolongar también el vínculo bebé-madre. Como si la madre no quisiera asumir que su bebé crece, o como si pretendiera ofrecerle algo en exclusiva para que su relación sea también exclusiva. No sé, no comparto ninguno de esos argumentos. Como no entiendo ahora, según mi experiencia, el consejo que nos dio ésa matrona. "Tenéis que saber romper el vínculo". Por una parte, no creo que el vínculo con mi hijo se fundamente únicamente en la lactancia materna, y por otro, ojalá no se rompa jamás el vínculo que me une a él. Y eso no significa que no lo quiera ver libre, feliz, independiente y compartiendo su vida con otras muchas personas. Desde bebé me ha gustado verlo en brazos de sus primos, tíos, abuelos...Intento animarle a explorar y descubrir el mundo, no pretendo ser el centro de su universo, aunque ahora que es tan bebé, su padre y yo en el fondo sí lo seamos. En definitiva, creo que hay muchos falsos mitos sobre la lactancia materna que deben desterrarse, y aún nos queda camino para que la gente vea que dar el pecho a tu hijo, aunque ya tenga tres añazos, coma de todo y tenga una dentadura blanca y reluciente, es el mejor regalo que puedes ofrecerle.

9 comentarios:

  1. Puedes estar muy orgullosa de esos 14 mesazos dando teta....yo aguanté 14 días....y me da pena, mucha pena. Si algún día tengo otro bebé, me encantará darle el pecho...y con la experiencia de ahora, espero conseguirlo!!!!

    Tampoco es algo que me obsesione....ya me obsesioné en su día, lloré mucho, y me sentí una inútil.....así que eso tampoco lo quiero en mi vida!!!

    Y lo que digan los demás al cuerno!!!!

    Un besazo

    ResponderEliminar
  2. Ay los comentarios! Que malos que son!
    Pero vamos, 14 meses está genial, yo hubiera firmado por 4!!!

    ResponderEliminar
  3. Jeza Bel, ojalá puedas conseguirlo en una futura maternidad! Y dices bien, los demás, a tomar viento! Besote!

    Nenica, sí, en el fondo estoy muy contenta con esos catorce meses, fue una bonita experiencia. Muas!

    ResponderEliminar
  4. 14 meses esta fenomenal¡
    Si que hay mucha gente que no lo entiende, pero si tiene dientes¡¡¡ no te muerde?? pero si habla y anda¡¡¡ si... y a veces con la teta en la boca jajaja.. (lo de hablar)
    pero es maravilloso dar el pecho, yo no pensaba tampoco darlo tanto.. ya solo toma una toma.. la de la mañana.. que la dejara.. cuando el quiera. No se la voy a quitar.
    besos¡

    ResponderEliminar
  5. Me ha encantado leer tu historia, creo que darle el pecho 14 meses al peque es un regalo tremendo, para el y para ti, quizás me quede la sensación de qe no te hubiera importado estar mas tiempo pero las circunstancias estuvieron así y yo creo que seguir con la lactancia pese a la incorporación al trabajo fue un logro tremendo, felicidades y gracias por compartirla transmites una tranquilidad y un bienestar y un disfrute con lo que vivisteis que da gusto. Un besito

    ResponderEliminar
  6. niña! yo di pecho también hasta el año poco más....y también me senti observada e incluso que tenia que justificarme....Oye pasate por mi blog que tehe dejado un premio! ESpero que te guste ;)

    ResponderEliminar
  7. Annie74, qué maravilla seguir con esta toma, seguro que tu pitufillo la disfruta muchísimo!

    Maria, muchísimas gracias por tus palabras, qué bonito lo que dices! Un besote!

    Nita, muuuuchas gracias por el premio!!! Me encanta! En cuanto pueda lo cuelgo!

    ResponderEliminar
  8. Hola guapetona, estoy leyendo entradas tuyas antiguas, como esta que enlazabas en la de hoy. Mi experiencia con la lactancia no tiene nada que ver con la tuya, pero fue buena también. Yo tenía clarísimo que quería darles pecho y disfruté mucho haciéndolo, pero luego ambos se fueron destetando solos ... es largo de contar en un comentario, pero te resumo que la niña decidió de un día para otro no tomar pecho, yo seguía con mucha leche así que durante un mes más me la sacaba y se la daba en bibe y así sí que le gustaba ¿? (extraño, lo se). Y el niño duró más, pero era super zampón, y empezó a quedarse con hambre y a no engordar, así que empecé a darle más papilla y la teta acabó desapareciendo, como a los 6 meses. Pero vamos, que no me traumatizó el tema, mis niños tomaron lo que quisieron. Y con esa misma filosofía veo yo el tema de las lactancias prolongadas. Si funciona para la madre y el niño ¿cual es el problema?. Sin embargo, ayer mismo, una persona a la que quiero mucho, criticaba sin piedad a una amiga común que da el pecho hasta los 2 años. Ella trabaja en el mundo sanitario y decía que no sirve para nada una lactancia tan prolongada y que es una anormalidad. No se... me dio pena oirle hablar así ...

    vaya rollo te he soltado!! Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que cuando te informas un poquito te das cuenta de lo poco que sabe la gente en general sobre este tema. Pero lo del mundillo sanitario es de escándalo, he oído historias de todos los colores, y no deja de alucinarme. En fin, ojalá cada vez sea más y más normal ver madres que dan el pecho como quieran y hasta que ellas y sus bebés deseen. Un besote!

      Eliminar